La frecuencia con la que tenemos que lavarnos el cabello depende de factores que varían en cada persona.
Tendremos que tener en cuenta el tipo de cabello y cuero cabelludo (graso, seco o normal), las actividades diarias como si se practica ejercicio o no, las condiciones del cuero cabelludo, los peinados y los productos capilares que usamos.
Todos estos factores hay que tenerlos en cuenta para valorar la necesidad de lavar el cabello con mayor o menor frecuencia.
El lavado diario del pelo tiene tanto beneficios como desventajas. Como beneficios encontramos evitar el exceso de grasa, descamación y de productos capilares, así como la sensación de pelo limpio. Entre las desventajas se encuentran el resecamiento del pelo y la eliminación de aceites naturales que lo protegen.
Es por eso que es recomendable probar diferentes intervalos de lavado para encontrar la pauta que mantenga el cabello limpio y saludable sin causar sequedad o exceso de grasa.
Dra. Ainhoa Vidal
Dermatóloga – MD Cliniques